miércoles, 18 de enero de 2012

SABÍAS QUE...


EL TAMAÑO DE LAS PERSONAS

EL TAMAÑO DE LAS PERSONAS


Robert Pershing Wadlow, la persona más alta del mundo hasta ahoraUna persona es enorme para uno cuando habla de frente y vive de acuerdo a lo que habla, cuando trata con cariño y respeto, cuando mira a los ojos y sonríe inocente.

Es pequeña cuando solo piensa en sí misma, y le hace creer a los otros que piensa en ellos cuando se comporta de una manera poco gentil, cuando no apoya, cuando abandona a alguien justamente en el momento en que tendría que demostrar lo que es mas importante entre dos personas: La Amistad,el compañerismo, el cariño, el respeto, el celo y asimismo el amor

Una persona es gigante cuando se interesa por tu vida, cuando busca alternativas para tu crecimiento, cuando sueña junto contigo…
Cuando trata de entenderte aunque no piense igual

Una persona es grande cuando perdona, cuando comprende, cuando se coloca en el lugar del otro, cuando obra, no de acuerdo con lo que esperan de ella, pero de acuerdo con lo que espera de si misma.

Una persona es pequeña cuando se deja regir por comportamientos estereotipados. Cuando quiere quedar bien con todos, cuando maneja a la gente como un titiritero y lamentablemente siempre hay gente que no tiene convicciones y se deja manejar….

Una misma persona puede aparentar grandeza o pequeñez dentro de una relación, puede crecer o disminuir en un corto espacio de tiempo.

Una decepción puede disminuir el tamaño de un amor que parecía ser grande. Una ausencia puede aumentar el tamaño de un amor que parecía ser ínfimo. Una decepción puede terminar con el respeto por alguien…de muchos… Una acción correcta puede enaltecer a otros

Es difícil convivir con esta elasticidad: las personas se agigantan y se encogen a nuestros ojos, ya que nosotros juzgamos a través de centímetros y metros, acciones y reacciones, de verdades o falsedades, de expectativas y frustraciones.

Una persona es única al extender la mano, y al recogerla inesperadamente, se torna otra. El egoísmo unifica a los insignificantes,a los perdedores, a los falsamente llamados diplomáticos No es la altura, ni el peso,ni la belleza ni un titulo o mucho dinero lo que convierte a una persona en grande… es ,su honestidad, su decencia…su amabilidad y respeto por los sentimientos e intereses de los demás. Por su sensibilidad sin tamaño…

LA PAZ


LA BUSQUEDA DE LA FELICIDAD

La búsqueda de la felicidad


El actor John Barrymoore solía decir: "la felicidad a menudo se cuela por una puerta que inadvertidamente hemos dejado abierta".

Ello implica que, en muchas ocasiones, la gente no conoce, no ve, o no deja entrar a la felicidad en su vida. Y lo triste es que la vida pasa rápidamente, y cuando menos se lo imagina, han trascurrido muchos años desperdiciados por la amargura y la falta de cariño.

La felicidad no es el resultado de fórmulas o de recetas, aunque podemos seguir el buen ejemplo de ciertos individuos cuyos testimonios revelan que fueron felices.

Dentro de las características que tienen aquellos que alcanzaron la felicidad se encuentra la capacidad de servir al prójimo.

Es decir son más felices aquellos que deciden obrar en bien de sus semejantes que aquellos que lo exigen todo para sí mismos.

Y es que el egoísmo es una de las principales causas de insatisfacción e infelicidad.

Un hermoso ejemplo de servicio lo tenemos en la naturaleza. Dentro de ella todo, con excepción del ser humano, vive para servir a otros.

El agua, el aire, la luz del sol, las plantas etc., tienen una intrínseca ley de servicio al prójimo. No obstante, el aprecio no debe ser exclusivo de los demás.

Usted tiene el mismo valor que su prójimo.

¡Entonces haga algo en favor de usted mismo! ¡Sí! Mejore su salud, desarrolle sus capacidades intelectuales, aprenda un nuevo oficio, etc.

En verdad, al mejorar en los distintos aspectos de su vida se sentirá mucho mejor. Recuerde que nadie es feliz solo.

Luche por hacer feliz a otra persona y logrará grandes avances en “la búsqueda de la felicidad”.  

COMPARTIENDO LA LUZ...

Autor: P. Dennis Doren L.C. | Fuente: Catholic.net
Compartiendo la Luz
Que Dios nos dé siempre la luz para iluminar a todos los que pasen por nuestro lado.
 
Compartiendo la Luz

¡Qué paz trae a nuestro corazón la seguridad de caminar por la vida en el camino correcto!

¡Cómo en este caminar de nuestra vida, el ejemplo de las personas deja una marca imborrable!

Tantas y tantas experiencias en donde hemos visto y tocado con nuestras manos y corazón la bondad, la servicialidad, una muestra de cariño, un consejo, o la ayuda en un momento difícil de nuestra vida; estoy seguro que ese gesto no ha caído al vacío, no se ha perdido. Todos tenemos un importante papel que desempeñar, todos estamos llamados a ser luz, apoyo, guía de los demás; en definitiva, todos necesitamos de todos para llenar nuestra vida de la verdadera luz, la luz de Dios, que es la luz del amor y de la felicidad.

Un filósofo contó a sus discípulos la siguiente historia:

"Varios hombres habían quedado encerrados por error en una oscura caverna donde no podían ver casi nada. Pasó algún tiempo y uno de ellos logró encender una pequeña tea; pero la luz que daba era tan escasa, que aun así no se podía ver nada. Al hombre, sin embargo, se le ocurrió que con su luz podía ayudar a que cada uno de los demás prendiera su propia tea, y así, compartiendo la llama con todos, la caverna se iluminó".

Uno de sus discípulos preguntó: -¿qué nos enseña maestro este relato?

Y él contestó: -Nos enseña que nuestra luz sigue siendo oscuridad si no la compartimos con el prójimo. Y también nos dice que el compartir nuestra luz no la desvanece, sino que por el contrario, la hace crecer. El compartir nos enriquece en lugar de hacernos más pobres. Los momentos más felices son aquellos que hemos podido compartir.

Que Dios nos dé siempre la luz para iluminar a todos los que pasen por nuestro lado.

La verdadera amistad es flor, que se siembra con honestidad, se riega con afecto y crece a la luz de la comprensión. Si una vela enciende a otra, así pueden llegar a brillar miles de ellas. De igual modo, si iluminas tu corazón con amor, puede que ilumines a otro corazón. Mi deseo en este día para tí es: que sonrías, que seas amable, que te muestres interesado por las personas, y así, tu luz brillará y ésta hará que otra luz se encienda cerca de tí. Hoy nos toca a nosotros.

En los años que llevas de vida ¿a cuántos has iluminado?, ¿con quién has compartido tu luz? Espero que no te hayas cansado de seguir haciéndolo, porque lamentablemente los hombres somos así, nos cansamos.

Recuerda: Que tu luz, si no la compartes, seguirá siendo oscuridad; tu luz, nos diría Jesús, no es para que la escondas debajo de la cama o en el armario de tus egoísmos, es para que ella, uniéndose a todos los que queremos iluminar a este mundo, se sume a la gran antorcha humana, que en definitiva es el reflejo de Dios en el mundo.

Tú eres importante ¡y vaya que sí lo eres! y todos esperamos mucho de tí. Comparte hoy tu luz y verás ¡qué feliz serás!




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