martes, 14 de febrero de 2012

REZA, ESPERA y NO TE PREOCUPES


NADIE PUEDE VIVIR SIN AMOR

Nadie puede vivir sin amor
Autor:  Padre Guillermo Ortiz SJ.



Es tan importante el amor en la vida de las personas que de tan importante es verdaderamente sagrado. Pero no es sagrado porque es importante. Es sagrado porque es un don de Dios, algo que viene de lo alto, algo que no logramos los humanos haciendo de tripas corazón.


El amor es un don que se alcanza por la comunión con las Personas divinas, por la comunión con el Padre Dios y su Hijo Jesús que viven en este Espíritu de Amor, y nos bendicen con este don a los humanos. Y esta comunión con las personas divinas es el Amor de Dios y a Dios.


Por eso Dios desde el principio nos da los mandamientos, y estos mandamientos se resumen en el amor a Dios y al prójimo, pero no como algo que podamos lograr haciendo de tripas corazón. Este amor que Dios nos exige es un don que viene de lo alto, y hay que pedirlo con insistencia en la oración y buscarlo en los sacramentos de la reconciliación y la Eucaristía.


Concédeme Señor tu Espíritu de Amor.
Ven Espíritu Santo.


AMIGOS

 Amigos

Quizás Dios quiere que conozcamos unas pocas personas equivocadas antes de conocer a la correcta, sepamos cómo estar agradecidos por ese regalo.

Cuando la puerta de la felicidad se cierra, otra se abre, pero muchas veces miramos tanto la puerta cerrada que no vemos la que ha sido abierta para nosotros.

El mejor tipo de amigo es aquel con quien te puedes sentar en el patio y columpiarte con él, sin decir una palabra, y después irte sintiendo como si hubiera sido la mejor conversación que jamás tuviste.

Es cierto que no sabemos lo que tenemos hasta que lo perdemos, pero también es cierto que no sabemos qué nos está faltando hasta que llega.

¡Darle a alguien todo tu amor es garantía de que te amará de vuelta!  No esperes amor a cambio, sólo espera a que crezca en su corazón, pero si no lo hace, alégrate de que creció en el tuyo.

Toma sólo un minuto hacer el amor con alguien, una hora para que te guste, y un día para enamorarse.  Pero toma toda una vida olvidar a alguien.

 No te fijes en la pinta, te puede decepcionar. No te fijes en la riqueza, incluso eso se desvanece.  Fíjate en alguien que te haga sonreír porque se necesita sólo una sonrisa para hacer que un día oscuro parezca claro.  Encuentra al que hace sonreír a tu corazón.

Hay momentos en la vida en que extrañas tanto a alguien que tan sólo quieres tomarlo de sus sueños y ¡abrazarlo de verdad!  Sueña lo que tú quieres soñar; anda donde tú quieras ir; sé lo que tú quieres ser, porque sólo tienes una vida y una oportunidad para hacer todas las cosas que quieres hacer.

Que tengas suficiente felicidad que te haga dulce, suficientes pruebas que te hagan fuerte, suficiente esperanza que te haga feliz.  Ponte siempre en los zapatos del otro.  Si sientes que te duele probablemente también le duele a la otra persona.

La gente más feliz no necesariamente tiene lo mejor de todo; ellos tan sólo saben sacar lo mejor de todo lo que se les presenta en el camino.  La felicidad está con aquellos que lloran, aquellos que están dolidos, aquellos que han buscado, y aquellos que han intentado, porque sólo ellos pueden apreciar la importancia de aquella gente que ha tocado sus vidas.

El amor comienza con una sonrisa, crece con un beso y termina con una lágrima.

No puedes ir bien en la vida hasta que dejas ir tus fracasos y tus penas pasadas del corazón.

Cuando naciste estabas llorando y todos alrededor tuyo sonreían.  Vive tu vida para que cuando mueras, tú seas el que esté sonriendo y todos alrededor tuyo estén llorando.





HISTORIA DE SAN VALENTÍN

Historia de San Valentín

Los enamorados tienen un día en nuestro calendario para demostrar o reafirmar su amor mediante regalos, dedicatorias o poemas pero ¿por qué el 14 de febrero? ¿Quieres conocer la leyenda de San Valentín y de dónde procede esta celebración?

Existen diversas teorías que otorgan a esta fecha el origen del Día de los Enamorados. En los países nórdicos es durante estas fechas cuando se emparejan y  aparean los pájaros, de ahí que este periodo se vea como un símbolo de amor y de creación.

Algunos creen que es una fiesta cristianizada del paganismo, ya que en la antigua Roma se realizaba la adoración al dios del amor, cuyo nombre griego era Eros y a quien los romanos llamaban Cupido. En esta celebración se pedían los favores del dios a través de regalos u ofrendas para conseguir así encontrar al enamorado ideal.

Cárcel de San Valentín
También, y hace muchos siglos, fue tradicional en Inglaterra la "fiesta de los valentinus", donde se elegían a hombres y a mujeres para que formaran pareja. Muchas de estas parejas se convertían en marido y mujer y conseguían la felicidad de pareja que se espera encontrar y consolidar el Día de San Valentín.

Otras fuentes centran el origen de la historia de San Valentín en la Roma del siglo III, época en la que el cristianismo era perseguido. En este periodo también se prohibía el matrimonio entre los soldados ya que se creía que los hombres solteros rendían más en el campo de batalla que los hombres casados porque no estaban emocionalmente ligados a sus familias.

Es en estas circunstancias cuando surge la figura de San Valentín, un sacerdote cristiano que ante tal injusticia decide casar a las parejas bajo el ritual cristiano a escondidas de los ojos romanos.

Valentín adquiere por proteger a los enamorados y auspiciar bodas secretas gran prestigio en toda la ciudad y es llamado por el emperador Claudio II para conocerle. El sacerdote aprovecha aquella visita para hacer propaganda de la religión cristiana y convencer al emperador para que siga los pasos de Jesús. Aunque en un principio Claudio II se sintió atraído por aquella religión que los mismos romanos perseguían, los soldados y el propio Gobernador de Roma le obligaron a desistir y organizaron una campaña en contra de Valentín. El emperador romano cambió de opinión y ordenó al gobernador de Roma que procesara al sacerdote.

La misión de condenar al sacerdote la tuvo que llevar acabo el lugarteniente, Asterius. Éste, cuando estuvo delante del sacerdote,  se burló de la religión cristiana y quiso poner a prueba a Valentín. Le preguntó si sería capaz de devolver la vista a una de sus hijas que era ciega de nacimiento. El sacerdote aceptó y en nombre del Señor obró el milagro. El lugarteniente y toda su familia se convirtieron al cristianismo pero no pudieron librar a Valentín de su martirio. San Valentín fue ejecutado un 14 de febrero.

Mientras estuvo encerrado, su carcelero le pidió que diera clases a su hija Julia, a base de lecciones y horas juntos, Valentín se enamoró de la muchacha. La víspera de su ejecución, envió una nota de despedida a la chica en la que firmó con las palabras "de tu Valentín", de ahí el origen de las cartas de amor y poemas que se envían los enamorados en la actualidad y de la expresión de despedida "From Your Valentine"; conocida en todo el mundo adjunta en miles de postales de San Valentín.

Cuerpo de San Valentín

La historia de San Valentín hubiera quedado ahí si no fuera porque dos siglos más tarde la Iglesia católica la recuperó. Por aquel entonces era tradición entre los adolescentes practicar una curiosa fiesta pagana derivada de los ritos en honor del dios Lupercus, dios de la fertilidad que se celebraba el día 15 de febrero. Era un sorteo mediante el cual cada chico escogía el nombre de una joven que se convertiría en su compañera de diversión durante un año. La Santa Sede quiso acabar con esta celebración pagana y canonizó a San Valentín como patrón de los enamorados.

El cuerpo de San Valentín se conserva actualmente en la Basílica de su mismo nombre que está situada en la ciudad italiana de Terni. Cada 14 de febrero se celebra en este templo un acto de compromiso por parte de diferentes parejas que quieren unirse en matrimonio al año siguiente.

Sea como fuese, San Valentín se ha convertido en el patrón de todos los enamorados y de todas aquellas personas que quieren tener una pareja. Los comerciantes se han hecho eco de esta festividad y la han convertido en un día perfecto para aumentar las ventas. Flores, postales, poemas de amor, dedicatorias, bombones y regalos de todo tipo se realizan este día al ser querido para demostrar su amor y amistad.

SE AMANTE DEL SILENCIO...

Sé amante del silencio
Autor: Padre Eusebio Gómez Navarro OCD  


La palabra que no va precedida de una preparación, de una reflexión en silencio, corre el riesgo de ser vana.

El silencio no está de moda, dicen algunos. Nunca lo ha estado, afirman otros.

La verdad es que vivimos en un mundo de ruidos; estamos tan acostumbrados a ellos que no sabemos vivir sin ruidos. El silencio nos aterra, nos espanta y lo consideramos propio de monjes y ermitaños. Sin embargo, aunque vivimos inmersos en una cultura del ruido, el silencio es importante. El ser humano contemporáneo, aún inconscientemente, está gritando con Verlaine: “Dadme silencio y el amor del misterio”.

El silencio no es contrario a la palabra. Ésta tiene que reposar en aquél, porque “el resonar de la palabra auténtica puede brotar sólo desde el silencio” (Heidegger).

¿Qué es el silencio?

“Existe la ausencia de ruido, escribe Le Chevalier, y existe el silencio. El silencio es la paz; la ausencia de ruido, a veces, es la nada angustiosa”.

“El silencio, ha escrito Picard, pertenece a la estructura fundamental del hombre”. En él, afirma Guardini, se realiza el conocimiento auténtico”. Para Gandhi, “el silencio dilata el espacio de tiempo de nuestra vida”; para Psichari, es “un gran maestro de verdad”; para Lavelle, “es la forma más perfecta del pudor”; para san Pablo de la Cruz, “la llave de oro que conserva el tesoro de las virtudes”; para Bossuet, “el guardián del alma”. El silencio es algo más que callar la palabra, es el fruto de un convencimiento de concentración, meditación, reflexión y oración.

            El silencio puede asumir múltiples significados. Hay silencios positivos de aceptación, de promesa, creativos... Pero no todo en el silencio es positivo. Así como existe la palabra vana e hiriente, se da el silencio negativo y destructivo. Existe el silencio falso, como existe la palabra falsa. Existe el silencio de amenaza, de cólera, de odio, rencor... “Algunos, ha escrito Canetti, consiguen la cima de su maldad en el silencio”. Otros, con el silencio, callan la injusticia, el robo, la mentira...

            Para progresar en el silencio hay que dominar la lengua, los impulsos, los deseos... ya que el lenguaje que escucha es el del amor.

            El silencio prepara el camino para el encuentro con Dios, para escuchar a los otros y para escucharse uno mismo. Quien desee progresar en los caminos del Espíritu deberá hablar poco a las criaturas y mucho a Dios. Tendrá que guardar silencio al trabajar, al andar; silencio de los ojos, de los oídos, de la voz; silencio de la imaginación, de la memoria... Es necesario guardar el silencio de la mente, callar los pensamientos inútiles...

“Por el silencio se reconoce a los que llevan a Dios en el corazón” (G. Tersteegen).

CÓMO MEJORAR TU ORACIÓN CON UN CAMBIO DE VOCABULARIO

Autor: P Evaristo Sada LC | Fuente: www.la-oracion.com
Cómo mejorar tu oración con un cambio de vocabulario
Revisa tu vocabulario y está atento para usar el "quiero" en vez del "tengo que" en tu vida de oración y en todo; verás la diferencia.
 
Cómo mejorar tu oración con un cambio de vocabulario
Te habrá sucedido que asumes un compromiso y luego no tienes ganas de hacerlo. Tu actitud: "tengo que hacerlo porque no me queda más remedio", pero vas de mala gana.

A mí se me acaban las fuerzas por la noche. Hacia las 9.30 de la noche tengo mucho sueño y no puedo más. Desde que entré a la vida religiosa asumí el compromiso de hacer una hora de adoración a Cristo Eucaristía los jueves por la noche, además de la media hora de adoración eucarística que tenemos todas las noches en mi comunidad. Debo confesar que siempre me ha resultado un compromiso pesado. Me entra mucho sueño y a veces siento que la hora se vuelve eterna.

Tal vez algún día hayas sentido lo mismo con la misa dominical, o con tu meditación diaria, o con el rezo del rosario. Llega el domingo y: "¡Qué flojera ir a misa! Preferiría quedarme en la casa viendo un partido o una película y luego hacer un poco de deporte" Y vas a misa, porque todo cabe si te organizas, pero tu actitud no fue la mejor. Y seguramente tampoco la aprovechaste ni la disfrutaste igual de bien.

Cuando Jesucristo convocó a sus apóstoles en la última cena les dijo: "Cuánto he deseado celebrar esta pascua con vosotros" (Lc 22, 15) Su pascua era el sacrificio de su propia vida, la hora de su muerte. Y dijo: ¡cuánto he deseado este momento! Y sabemos que la oración en Getsemaní, en que pasó miedo y angustia y sudó gotas de sangre por el sufrimiento moral que llevaba dentro, fue algo terriblemente doloroso para Jesús. Lo que él deseaba era dar amor, salvarnos, hacer la Voluntad de su Padre, y eso lo quería con toda determinación.

Una cosa es no tener ganas o no tener fuerza, otra cosa es no quererlo. En el fondo te gusta porque lo quieres. Entonces interviene el cambio de actitud y la fuerza de voluntad: poner amor, como lo hizo Jesucristo en la cruz.

"La oración no se reduce al brote espontáneo de un impulso interior: para orar es necesario querer orar." (Catecismo de la Iglesia Católica n. 2650)

No se trata de un lavado de cerebro personal, sino de poner delante de sí mismo las motivaciones por las cuales se hacen las cosas y adoptar una actitud positiva ante las responsabilidades.

Un cambio de vocabulario puede mejorar notablemente tu actitud. Lo he experimentado en carne propia a partir del momento en que los jueves por la tarde, al recordar que era jueves y tenía hora eucarística, comencé a decirme a mí mismo: "Qué bueno, hoy es jueves, esta noche quiero estar una hora adorando a Cristo Eucaristía". Ya no "tengo que" sino "quiero". Mi actitud fue muy diferente y comencé a disfrutarla y aprovecharla mucho más. Ahora se me hace corta y realmente espero que lleguen los jueves.

Esto vale para la oración como vale para las clases en la universidad, ir a recoger a los niños a la escuela, el trabajo, visitar a los abuelos... todo.

La actitud positiva es como la base del iceberg. Si haces las cosas de buenas las harás mejor.

Revisa tu vocabulario y está atento para usar el "quiero" en vez del "tengo que" en tu vida de oración y en todo; verás la diferencia





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