martes, 10 de noviembre de 2015

EL EVANGELIO DE HOY: MARTES 10 DE NOVIEMBRE DEL 2015



Siervos inútiles ante el Señor
Tiempo Ordinario


Lucas 17, 7-10. Tiempo Ordinario. A veces llegamos a creer que nosotros le hacemos un favor a Dios y nada más estamos haciendo lo que debíamos hacer. 


Por: P. Juan Gralla | Fuente: Catholic.net 



Te adelantamos las Reflexiones del Evangelio de la Semana 32o. del Tiempo Ordinario, del domingo 8 al sábado 14 de noviembre 2015.
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Del santo Evangelio según san Lucas 17, 7-10
En aquel tiempo, dijo el Señor: ¿Quién de vosotros tiene un siervo arando o pastoreando y, cuando regresa del campo, le dice: "Pasa al momento y ponte a la mesa?" ¿No le dirá más bien: "Prepárame algo para cenar, y cíñete para servirme hasta que haya comido y bebido, y después comerás y beberás tú?" ¿Acaso tiene que agradecer al siervo porque hizo lo que le fue mandado? De igual modo vosotros, cuando hayáis hecho todo lo que os fue mandado, decid: Somos siervos inútiles; hemos hecho lo que debíamos hacer. 

Oración introductoria
Padre ayudanos a decir: "Somos siervos inútiles, hemos hecho lo que teníamos que hacer".

Petición
Te suplico toda tu gracia y misericordia para poder ser humilde en lo más profundo de mi corazón para ser digno de presentarme ante Ti en esta oración.

Meditación del Papa Francisco
Porque la fe es un encuentro con Jesús, y nosotros debemos hacer lo mismo que hace Jesús: encontrar a los demás. Vivimos una cultura del desencuentro, una cultura de la fragmentación, una cultura en la que lo que no me sirve lo tiro, la cultura del descarte. Pero sobre este punto os invito a pensar —y es parte de la crisis— en los ancianos, que son la sabiduría de un pueblo, en los niños... ¡la cultura del descarte! Pero nosotros debemos ir al encuentro y debemos crear con nuestra fe una “cultura del encuentro”, una cultura de la amistad, una cultura donde hallamos hermanos, donde podemos hablar también con quienes no piensan como nosotros, también con quienes tienen otra fe, que no tienen la misma fe. Todos tienen algo en común con nosotros: son imágenes de Dios, son hijos de Dios. Ir al encuentro con todos, sin negociar nuestra pertenencia» (S.S. Francisco, 18 de mayo de 2013).

Reflexión
Los hombres tendemos a convertir en "heroico" las cosas más ordinarias de nuestro deber. Nos llegamos a considerar "héroes" por llegar puntuales al trabajo o por respetar las señales de tráfico. Los niños creen que se merecen un premio por cumplir con sus deberes escolares... Sólo estamos haciendo lo que debíamos hacer.

También como cristianos se nos presenta esta tentación. Aunque nunca lo expresamos así, llegamos a creer que nosotros le hacemos un favor a Dios cuando rezamos, participamos en la Misa dominical, o cuando cumplimos los Mandamientos. Cristo nos ofrece este mensaje para prevenirnos de esta actitud, con la que nos olvidamos de que Él nos ha dado infinitamente más de lo que nosotros podemos ofrecerle.

Pero Dios no es un amo déspota y desconsiderado. No pensemos que al final de nuestra vida, después de haber trabajado y luchado sinceramente por Dios, seremos recibidos en el cielo con un seco y frío: "Sólo has hecho lo que tenías que hacer". Eso lo tenemos que decir nosotros, pero no lo dirá Él. Sus palabras las conocemos: dirá a quienes hayan vivido su mensaje: "Venid, benditos de mi Padre...". Y nos sentaremos con Cristo a gozar del banquete eterno.

Propósito
Tener una actitud de humildad, agardeciendo a Dios todo lo que soy y lo que tengo, no por méritos propios, sino por su generosidad.

Diálogo con Cristo 
Exigir con altanería «mis derechos», querer acaparar siempre la atención, buscar ser servido, son manifestaciones de mi orgullo. Señor, ayúdame a recordar siempre que sólo los humildes y los sencillos de corazón son los que están cerca de Ti y pueden poseerte. Jesús, haz mi corazón semejante al tuyo.

FRASES SOBRE LA HUMILDAD


FRASES SOBRE LA HUMILDAD





La humildad es en las virtudes lo que la cadena en los rosarios: quitad la cadena, y todos los granos caen; quitad la humildad, y todas las virtudes desaparecen
(Santo Cura De Ars)

La humildad es la virtud que regula la tendencia del hombre a exaltarse por encima de su propia realidad. Consiste, ante todo, en reconocer a Dios como Dios y Señor, y al hombre como criatura y siervo (Santo Tomás De Aquino)

La humildad es la fuente de toda tranquilidad (San Juan Bosco)

La humildad consiste no sólo en decir y pensar que estáis llenas de defectos, sino en gozaros de que lo piensen y digan los demás (Santa Teresita Del Niño Jesús)

La síntesis entre sabiduría y humildad es la herencia eterna de los discípulos del Divino Maestro (Beato Juan Pablo II)

En esto consiste la humildad: en conocer que soy nada, que nada puedo sino pecar, que estoy pendiente de Dios en todo, y estoy contentísimo de Dios  (San Antonio María Claret)

Humildad es desprecio de propia excelencia (San Estanislao de Kostka)

La humildad es la virtud mediante la cual el hombre se desprecia a causa del claro conocimiento que tiene de sí mismo (San Bernardo)

La mansedumbre y humildad de corazón, en modo alguno significan debilidad (Beato Juan Pablo II)

La humildad procede del conocimiento que tiene el alma de sí misma (Santa Catalina de Siena)

Humilde es el que se esconde en su propia nada y se sabe dejar en Dios 
(San Juan De La Cruz)

El que es humilde admite de buena gana que todos le manden (Santa Teresita Del Niño Jesús)

No es humilde quien no desea ser despreciado (San José de Calasanz)

Cuanto más humildes, mayor será el bien que haréis (Santo Cura De Ars)

El desecho del mundo, lo que no es nada, lo eligió Dios para destruir lo que es, para que nadie pueda gloriarse ante Dios (1 Cor 1,28-29)

Nadie es verdaderamente humilde si no está sometido a toda criatura, y primeramente y por encima de todo, a la Santa Iglesia nuestra madre (San Francisco de Asís)

La primera manera de humildad es necesaria para la salvación eterna, y es que me baje y me humille cuanto me sea posible, para que en todo obedezca a la ley de Dios, de suerte tal que aunque me hiciesen señor de todas las cosas de este mundo, ni por la propia vida temporal, quebrante un mandamiento divino o humano que me obligue a pecado mortal (San Ignacio de Loyola)

La segunda manera de humildad es más perfecta que la primera, y es que yo me hallo en tal punto que no quiero ni apetezco más tener riqueza que pobreza, querer honor que deshonor, desear vida larga que corta... y ni porque me quiten la vida, hacer un pecado venial 
(San Ignacio de Loyola)

La tercera manera es humildad perfectísima, y es que, incluyendo la primera y la segunda, y por imitar y parecerme más a Cristo nuestro Señor, quiero y elijo más pobreza, con Cristo pobre, que riqueza; oprobios, con Cristo lleno de ellos, que honores; y desear más ser estimado por vano y loco por Cristo, que por sabio ni prudente en este mundo (San Ignacio de Loyola)

El segundo grado de humildad consiste en que uno, al no amar su propia voluntad, no se complace en satisfacer sus deseos, sino que responde con hechos a la voluntad de Dios (San Benito)

El tercer grado de humildad consiste en someterse al superior con toda obediencia por amor de Dios, imitando al Señor (San Benito) 

El cuarto grado consiste en que, en la obediencia, dificultades, contradicciones e incluso injusticias a que uno se ve sometido, se abrace con la paciencia en su interior sin decir nada, y no se canse 
ni se eche atrás (San Benito) 

El quinto grado consiste en no esconder, sino manifestar humildemente los malos pensamientos y las faltas cometidas secretamente (San Benito) 

El sexto grado consiste en contentarse con las cosas más viles y abyectas, y considerarse como inepto e indigno para cuanto se le mande (San Benito) 

Con humildad todo se consigue; por fuerza, nada (San Francisco Javier)

No le aprovechará el conocimiento… sin humildad (San Buenaventura)

La humildad enaltece, porque nos hace súbditos de Dios (San Agustín)

La humildad es el camino de la verdad (San Bernardo)

La humildad es hija de la verdad; para ser humilde hay que conocer perfectamente a Dios y al hombre (San Luis María Grignon)

Cuanto mayores son los dones que Dios nos da, más humildes debemos ser; porque sin humildad, ninguna virtud es acepta a Dios (San Francisco de Asís)

San José es el modelo de los humildes (Beato Juan Pablo II)

Lo que le agrada a Dios es ver que amo mi pequeñez y mi pobreza, es la esperanza ciega que tengo 
en su misericordia (Santa Teresita Del Niño Jesús)

La humildad es el imán de la Gracia: como el imán atrae el hierro, así la humildad atrae la Gracia (San Luis María Grignon)

Con ningún medio se consigue más fácilmente la humildad que con la oración (San Estanislao De Kostka)

La humildad es la primera gracia que trajo Jesús al entrar en el mundo (San Cipriano)

Para conseguir humildad es necesario tener gran deseo de ella, y ejercitarla (San Estanislao De Kostka)

Para nosotros, peregrinos en la tierra, el camino más seguro para llegar a la patria es la humildad, el conocimiento y menosprecio de sí mismo (San Lorenzo Justiniano)

Hijo mío, que no te ensoberbezca la prosperidad ni te desanime la adversidad. Sé humilde, para que Dios 
te ensalce, ahora y en el futuro. (San Esteban, Rey de Hungría)

Que nunca busque yo, que nunca encuentre cosa alguna fuera de ti; que las criaturas no sean nada para mí; que yo no sea nada para ellas, y que tú, Jesús, lo seas todo... que nunca sea una carga para los demás, y que nadie se ocupe de mí; que me vea pisada y olvidada, como un granito de arena tuyo, Jesús... Que se cumpla en mí perfectamente tu voluntad... Mi tarea es no ocuparme de mí misma. (Santa Teresita Del Niño Jesús).

10 NORMAS ANTES DE PUBLICAR INFORMACIÓN DE SUS HIJOS EN REDES SOCIALES


10 Normas antes de publicar información de sus hijos en redes sociales 


Debemos partir de la certeza que en las redes sociales, especialmente Facebook, no solamente están sus amigos y conocidos, también se encuentra gente mala...


Por: Juan Camilo Díaz | Fuente: El Tiempo.com 




Los padres de familia vivimos orgullosos de nuestros hijos. Como la familia es el único lugar en donde se ama realmente a la persona por lo que es, pues amamos a nuestros hijos de una manera increíble, a tal punto que nuestro Facebook está destinado y dedicado, en muchos casos, a exaltar la belleza, capacidades, destrezas y actividades de los menores (hijos, sobrinos).



Sin embargo, publicar información y/o fotos de los chiquitines puede ser muy peligroso ya que no podemos saber a ciencia cierta quienes las van a ver y para qué las pueden utilizar (pornografía por ejemplo…). Por ese motivo es necesario que tome atenta nota de estas 10 normas que debe tener en cuenta antes de publicar imágenes de sus hijos y/o sobrinos en las redes sociales:

1. Jamás se debe ver en la foto los lugares, como colegio o parques, que el menor de edad frecuenta. Esto le daría señales a los criminales de los lugares donde lo pueden encontrar.

2. Evite publicar imágenes en donde el menor aparezca al lado del automóvil y mucho menos que se vea claramente la placa.

3. Esta es de sentido común: evite publicar información, además de la imagen, en donde indique nombre, apellido y edad. Incluso sea cuidadoso para que el archivo original no contenga esa información.


4. Nunca publique información que contenga las actividades y los horarios del pequeño. Por ejemplo: “Hoy clase de arte a las 5 pm en La Calleja”.

5. Por favor evite comentarios sentimentales. Me explico: si está de viaje no publique una foto en donde el texto sea algo como “los extraño mucho, ya el sábado nos veremos”. Eso es decirle a los criminales: “sigan, adelante, están solos. ¡Y hasta el sábado!”.

6. Como está de moda geolocalizar las imágenes que tomamos con celulares y tabletas, es recomendable que desactive esa herramienta ya que le está dando información de más a los malandros.

7. Esta es muy lógica: por favor no publique imágenes en donde el niño o niña aparezca con el uniforme y el escudo del colegio en donde estudia. ¡Y mucho menos si el menor aparece en ropa interior o vestido de baño!

8. Advierta a familiares y amigos para que no comparta la información si usted de repente se pasó de comunicador…

9. Tenga en cuenta que una vez publicada la información ya es PÚBLICA, es decir que desde ese momento es IMPOSIBLE borrarla.

10. Una pregunta antes de publicar: ¿tengo el derecho, o por lo menos es responsable, publicar información de mis hijos o sobrinos sin su consentimiento? ¿Te gustaría que alguien publicara tu vida en la web?

Lamentablemente debemos tener en cuenta que en Internet abundan los malos, los criminales, que se aprovechan, en muchos casos, de nuestra inocencia e ingenuidad. Queremos exaltar a nuestros hijos y sobrinos, pero eso tiene sus riesgos. Por eso hay que ser cuidadosos.

Creo que se escapa una norma 11: así como cuidamos a nuestros niños en el mundo real, en la calle, así de precavidos debemos ser en el mundo virtual…

*Este artículo fue publicado incialmente en ElTiempo.com Con la autorización de su autor y, por su utilidad, lo reproducimos también en nuestro portal.

PENSAMIENTO DEL PAPA FRANCISCO SOBRE LA ORACIÓN


DIEZ CLÁSICOS DEL CINE QUE NINGÚN CATÓLICO SE PUEDE PERDER

10 clásicos del cine que ningún católico se puede perder
Buenas películas, bien realizadas y con contenidos profundos


Fuente: http://catholic-link.com 



 
Buenas películas, bien realizadas y con contenidos profundos hay muchas, aunque quizás no tantas como quisiéramos. Hay producciones que, además, nos introducen en aspectos esenciales de la fe y nos permiten vislumbrar, con el lenguaje del cine, verdades imperecederas. Son ventanas a lo esencial y dan color, sonido y voz a aquello invisible a los ojos pero fundamental para comprender cada vez más la vida cristiana. Hemos escogido 10 películas de esta clase, sin deseo de hacer un “ranking” ni pensando que son las mejores. De hecho, estamos seguros de que hay muchas más y que, como toda lista de este tipo, está siempre un poco sujeta a la opinión personal y un tanto subjetiva de cada persona. Nota: hemos dejado de lado las películas sobre la vida de Cristo y sobre las vidas de los santos para otra ocasión.

1. La fiesta de Babette (1987):

Es una película danesa y una de las preferidas del Papa Francisco. La historia —que transcurre en un apartado pueblo de la costa—  parece sencilla pero encierra profundas analogías con el cristianismo. Es una gran virtud de esta película mostrarnos, con gran arte y belleza, que lo que opera detrás de lo aparente es algo mucho más profundo, y en el fondo, no otra cosa que la gracia de Dios que va transformando, a partir de una experiencia que empieza en lo sensible, los corazones que se abren a Él. En La fiesta de Babette, una auténtica fiesta de gozo, entrega y alegría, cada comensal va descubriendo un sentido más profundo para la vida, lleno de belleza y verdad.

2. La misión (1986):

Una gran producción cuya historia gira alrededor de las misiones jesuitas en Paraguay. Su historia encierra profundos elementos de perdón y reconciliación, además de evidenciar la tarea de los misioneros en esa parte del continente, con sus aciertos y desaciertos. Nos muestra también las grandezas que puede realizar el ser humano, al mismo tiempo que sus facetas más oscuras. La música que acompaña la película es una obra maestra en sí misma.

3. De dioses y hombres (2010):

Narra los días previos al asesinato de una comunidad de monjes trapenses en Argelia. La película no es un homenaje innecesario a la valentía de siete hombres, ni una invitación a la resignación frente a eventos desafortunados. Es, por el contrario, una llama de esperanza que ilumina un mundo lleno de odio y violencia, y lo es precisamente porque la historia de estos hombres resulta también un llamado a la acción decidida, incluso cuando esto significa elegir, por amor a Dios, confiar absolutamente en Él.

4. Ben Hur (1959):

Un clásico del cine además de una producción que nos lleva al encuentro de la figura histórica de Jesús. En ese recorrido que lleva a Ben Hur de la nobleza a la esclavitud de las galeras, de la servidumbre a la libertad como hijo adoptivo de un acaudalado romano, del triunfo y la aclamación al sufrimiento y desesperación por sus seres queridos, nos encontramos con otra persona que parece acompañarlo desde lejos: Jesús el Cristo. Ben Hur es siempre un hombre en búsqueda, y su corazón permanecerá inquieto hasta alcanzar lo que de verdad anhela: el rostro de Cristo.

5. Qué bello es vivir (1946):

Otro clásico del cine y en particular del tiempo de Navidad. Una película que nos lleva a comprender el valor del servicio sincero y la entrega desinteresada a los demás, y a valorar nuestras acciones no por sus frutos inmediatos sino más bien por los imperecederos. «Ningún hombre que tiene amigos es un fracaso», nos dice esta historia. Tampoco el hombre o mujer que ama y se deja amar. Al final de la película, mientras suenan las campanas de la iglesia y se celebra el nacimiento del Señor, quien vino no a buscar su propia gloria sino a realizar el bien y ponerse al servicio de la humanidad, la desesperanza del protagonista se convierte en alegría y cercanía con todos los que lo rodean, y las voces se elevan ya no en una petición de ayuda, sino en gloria a Dios en la forma de un villancico navideño.

6. Las flores de la guerra (2011):

Cruda representación de la masacre de la ciudad de Nankin (China) ocurrida en 1937. Las flores de la guerra es una película dura pero llena de belleza y significado. Es, en un sentido, un canto de esperanza para el corazón humano, que incluso herido por el mal puede hallar espacio para vencer al egoísmo y optar por el bien y el sacrificio. Enseña también a no desesperar de la condición humana, capaz de tanta destrucción y violencia, pero también de entrega y abnegación extraordinarias. Nos recuerda al mismo tiempo  aprender a no juzgar por lo externo. Son a veces los más pecadores quienes descubren con mayor fuerza la necesidad del amor y la misericordia, y se hacen así capaces de ponerse de rodillas y, entrando en sí mismos, recorrer el sendero de todos los hijos pródigos de la humanidad.

7. El árbol de la vida (2011):

Esta producción de Terrence Malick tiene quizás como gran defecto lo que es su mayor virtud: el intento de presentar una visión total del misterio de la creación, del pecado y del amor de Dios en la vida del hombre, misterio imposible de aprehender —y de representar— en su totalidad. Su lenguaje analógico es quizás por momentos de difícil comprensión, pero la belleza de su ejecución y la profundidad de los temas que toca es innegable. Se trata, por tanto, de una gran intento de presentar con imágenes el misterio de la vida, que involucra la acción de Dios, la respuesta del hombre, la libertad, el sufrimiento, la vida eterna, entre otros muchos temas tan importantes de reflexionar en todo peregrinar terreno.

8. Marcelino pan y vino (1955):

Hermosísima película española sobre un niño huérfano acogido en un monasterio. En medio de sus travesuras nos hará reír, sufrir y también llorar al descubrir, como lo hicieron los monjes, la sencillez y bondad que encierra el corazón de un niño, y sobre todo, su capacidad para hablar con Dios. Película de una ternura extraordinaria, que al mismo tiempo despierta en el interior el anhelo de un encuentro profundo, natural y cotidiano con Dios y con la Virgen.

9. Los miserables (2012):

Una de las producciones más importantes de los últimos tiempos y genial adaptación del musical basado en la famosa obra de Víctor Hugo. Difícil resumir o destacar los aspectos más importantes o interesantes de la película. En ella, en realidad, se muestra lo mejor y lo peor de la humanidad, con muchas de sus complejidades, anhelos, alegrías, fracasos y dolores. Lo épico se entremezcla con el sinsentido, el amor va de la mano del dolor, la felicidad con el desprendimiento, y el camino que separa la felicidad de la amargura y la desesperación es a veces una sutil línea donde las intenciones y el uso correcto o equivocado de la libertad deciden batallas de alcance insospechado.

10. Yo confieso (1953):

Una gran producción de Alfred Hitchcock que gira en torno al secreto de la confesión sacramental. Si bien por un lado resalta el misterio y suspenso de la historia, detrás de ellos se encuentra el gran valor del p. Michael Logan para proteger el sigilo sacramental y ser fiel a sus propios compromisos, incluso a pesar de lo que puede significar para su propia vida. Toda una lección para nuestro tiempo. Es, al mismo tiempo, una historia de perdón y amor al prójimo, en especial hacia aquel que nos daña.

 
Y un bonus…

11. Cartas a Dios (2009):

Cartas a Dios es una hermosa alegoría de la vida cristiana vista a través de los ojos de un niño con una enfermedad terminal. No busca soslayar la dureza de la enfermedad, ni presentar una visión rosa de la vida. Enseñándonos lo verdaderamente valioso en la vida cuando se ilumina por lo que Dios nos ha revelado,Cartas a Dios resulta una película llena de ternura, compasión y, paradójicamente a ojos humanos, llena de gozo y paz. Es, en este sentido, toda una catequesis sobre la vida cristiana.

DIOS PREFIERE CONTAR CONTIGO

Dios prefiere contar contigo


Dios está contigo
Sólo Dios puede dar la fe...pero tú puedes dar tu testimonio.

Sólo Dios puede dar la esperanza... pero tú puedes devolverla a tus hermanos.

Sólo Dios puede dar amor...pero tú puedes enseñar a amar.

Sólo Dios puede dar la paz...pero tu puedes sembrar la unión.

Sólo Dios puede dar la fuerza...pero tú puedes animar al desanimado.

Sólo Dios es el camino...pero tú puedes señalarlo a los otros.

Sólo Dios es la luz... pero tú puedes hacer que brille a los ojos de todos.

Sólo Dios es la vida...pero tú puedes hacer que florezca el deseo de vivir.

Sólo Dios puede hacer lo que parece imposible... pero tú puedes hacer lo posible.

Sólo Dios se basta a sí mismo... pero prefiere contar contigo.

FELIZ MARTES!!


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